martes, 7 de marzo de 2017

Resonancia Magnética Nuclear

Quizá te hayan realizado alguna vez una resonancia magnetica (RMN), o conozcas a
alguien que ha pasado por esta prueba médica, cada día más común.
Si es así, te sonará esa máquina en forma de túnel cerrado en el que debe uno introducirse, y también aquello de que uno debe retirarse todos los pendientes, piercings, y demás objetos metálicos, incluidos esos sujetadores que cuentan con un aro metálico.

Se trata de una prueba completamente indolora, aunque el hecho de tener que permanecer inmovil durante minutos en el interior de un tubo ruidoso resulta angustiante para algunos.

¿Para qué sirve una RMN?

Se trata de una prueba de diagnóstico por imagen, es decir, una forma de ver el interior del cuerpo a través de imágenes. Se trata de una prueba mucho más potente que la radiografía y la ecografía, y sin los efectos secundarios de la radiografía. Sin embargo es cara, por lo que sólo se utiliza en determinados casos.

En el interior del tubo hay un potente campo magnético que es capaz de lanzar objetos metálicos a gran velocidad. Por este motivo deben retirarse todos los objetos de metal, para evitar posibles accidentes.

En determinadas situaciones es imposible o muy complicado retirar determinados elementos metálicos: DIUs, marcapasos, prótesis, tatuajes (dependiendo del tipo de tinta usada), ...  haciendo imposible someterse a una RMN.

¿Y cómo funciona?

Sin entrar en cuestiones de física cuántica, diremos que los núcleos atómicos de determinados átomos pueden generar campos magnéticos. ¿Qué átomos?  Los que tienen un número impar de protones.
Si lanzamos átomos de este tipo dentro de un campo magnético se moverán en una determinada dirección. Esos átomos existen de forma natural en todos los objetos, incluido el cuerpo humano.

Un aparato de resonancia magnetica es un gran electroimán,  un imán "artificial" generado por electricidad, o dicho de otro modo, una máquina eléctrica que genera campos magnéticos. Dentro de ese campo magnético unos pocos átomos del propio
cuerpo son puestos en movimiento, impulsados por el magnetismo, y son detectados por sensores en el tubo. Con esas detecciones se reconstruye una imagen del interior del cuerpo.
Puede incluso detectarse que áreas del cuerpo están siendo más vascularizadas  (reciben más sangre por ser más activas) o que áreas del cerebro están trabajando en un determinado momento, lo que ha abierto todo un enorme campo para la investigación en neurología.


¿Y por qué te acuerdas hoy de esto? ¿Estas bien? ¿Te has hecho últimamente una RMN?

No, no. Resulta que hoy hace 20 años de la muerte de Edward Mills Purcell, físico y premio Nobel en física en 1952, por el descubrimiento de la Resonancia Magnética Nuclear, es decir, la propiedad físico-cuántica, no la máquina de diagnóstico médica.
Esa se desarrollaría en los años 60.
   

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