miércoles, 26 de octubre de 2016

El Sol

Aprovechado que hoy hace 10 años que se lanzó la misión Stereo para la observación del Sol y el estudio de las erupciones solares, vamos a hablar un poco del astro rey.

Algo más que luz y calor.

El Sol emite más que luz y calor. De hecho, emite radiación en gran parte del espectro de ondas electromagnéticas, además de partículas llamadas viento solar.
El espectro de ondas electromagnéticas está formado por toda una serie de ondas que se distinguen por su longitud de onda (y su frecuencia), desde las "laaaargas" ondas de radio a los "diminutos" rayos gamma.
Como puede verse en la imagen, los objetos emiten diferentes ondas en función de su temperatura. La superficie del Sol está a algo más de 5000 grados (el interior mucho más cálido), por lo que al Sol emite sobre todo luz visible y radiación infraroja ("luz" y "calor"), pero también ciertas cantidades de ondas de radio, microondas, ultravioleta, rayos X y rayos gamma.

La mayor parte de estas ondas y partículas son filtradas por la atmósfera, no produciendo ningún tipo de efecto perceptible por nosotros, excepto la luz visible e infraroja, una parte mínima de la radiación ultravioleta, las ondas de radio y el viento solar.

Ondas de radio solares

El sol emite una pequeña cantidad de ondas de radio, aunque estas varían en ciclos de 11 años. Cada 11 años el Sol tiene un máximo de actividad, que es perceptible por el número de erupciones solares que se producen, y que vienen asociadas con mayor intensidad de ondas de radio.

Estas ondas de radio son detectadas como un ruido característico por nuestros equipos de radio, y por "nieve" (ruido visual y sonoro) por las televisiones analógicas.

Con una antena direccional dirigida hacia el Sol se intensifica dicho ruido, especialmente cuando se producen los máximos de actividad solar, el último de los cuales ocurrió en 2012.
(audio de ondas de radio en una explosión de erupciones solares)

Realmente no todo el ruido de ondas de radio viene del Sol. Gran parte se produce en nuestro propio planeta, y de las que nos llegan del espacio, la mayor parte vienen del espacio profundo, una especie de eco del Big Bang, y otra pequeña parte viene de Júpiter, que también produce ondas de radio.

Ultravioleta

Durante al menos los últimos 2000 millones de años la capa de ozono filtra la mayor parte de la radiación ultravioleta. Gracias a eso podemos sobrevivir las plantas y los animales terrestres.
Me gusta plantear esta historia al revés: durante millones de años solo existieron seres vivos en el mar, protegidos de los rayos ultravioletas que azotaban la superficie de los continentes. Las algas microscópicas y macroscópicas produjeron durante todo ese tiempo cantidades enormes de oxígeno, y una parte de oxígeno se fue transformando en ozono; sin saberlo, aquellas algas estaban preparando el terreno para que sus descendientes pudieran colonizar la tierra firme.


Pero ¿por qué son tan peligrosos los rayos ultravioletas? Por que
interaccionan con el ADN, alterándolo. Es decir, producen mutaciones.
Estas mutaciones son letales para los seres microscópicos o muy pequeños. Como estas ondas no tienen mucha penetración (solo entran unos milímetros dentro de los seres vivos), no suponen un riesgo para las células del interior de los organismos más grandes ... pero con su piel, ese es otro tema. Como sabréis, el exceso de radiación ultravioleta sobre la piel termina produciendo mutaciones en dichas células que provocan finalmente cáncer de piel.

La mayor parte de los animales que contamos con sentido de la vista vemos en el rango de la luz visible, dado que nos hemos adaptado para aprovechar las ondas más intensas que el Sol emite.
Sin embargo muchos insectos también son capaces de ver las luces ultravioletas.
Muchas plantas han evolucionado para acumular en sus flores pigmentos que reflejan dichas luces ultravioletas, mandando así señales y mensajes secretos a sus polinizadores. Mensajes invisibles y ocultos para el resto de los animales.
Nosotros lo hemos llegado a descubrir gracias a las cámaras de fotos con películas o sensores sensibles al ultravioleta.

Viento solar

Junto con las radiaciones, como hemos dicho, el Sol emite partículas de plasma (gas incandescente e ionizado), llamadas viento solar.
La producción de viento solar también está asociada a las erupciones solares, por lo que se producen máximos en ciclos de 11 años. Son las propias erupciones las que lanzan masas de plasma al espacio.
Estas partículas, lanzadas a gran velocidad, golpean sobre las superficies planetarias y pueden ser la causa de que Mercurio no cuente con atmósfera: ha sido barrida por el viento solar.

La Tierra está protegida del viento solar por su campo magnético, que desvía estas partículas. El viento solar solo llega a las zonas polares, donde la magnetosfera terrestre es más débil, golpeando y excitando a las moléculas del aire de las capas altas de la atmósfera, que emiten luz en un fenómeno conocido como auroras polares.


Otro día hablaremos de las microondas, rayos X y rayos gamma que no llegan hasta la superficie de la Tierra, pero que son un problema para la exploración y permanencia en el espacio de seres humanos durante largos periodos.

lunes, 3 de octubre de 2016

sondas espaciales

Hoy vamos a mostrar una pequeña recapitulación de imágenes, vídeos y modelos de construcción de diferentes sondas espaciales que la humanidad ha enviado por todo el Sistema Solar.




Las sondas Voyager






Exploradores: Curiosity y Oportunity

 
 


Aterrizar en un cometa: Rosetta y Philae





Y además ...

Modelos en papel y más para construir la sonda Rosetta y otras sondas ¡tu mismo!

y una visita a la Estación Espacial Internacional de la mano del astronauta español Pedro Duque.