domingo, 9 de agosto de 2015

Cortes de digestión

Un nombre mal elegido.

Estamos en pleno verano, el momento en el que escuchamos en nuestras playas aquello de "hasta que no pasen dos horas desde que comiste no te puedes bañar".
¿Mito urbano o realidad científica?

Hay que empezar por decir que los expertos desaconsejan el nombre "corte de digestión". El nombre de este problema médico es "síncope por shock térmico diferencial" o "hidrocución".

Unos pocos datos sobre este problema médico:
  • Es un síncope, es decir, una pérdida de consciencia, aunque se pueden dar cuadros de "presíncope", con aturdimiento pero sin pérdida total de consciencia
  • La causa es un "shock térmico diferencial", es decir, un shock provocado por una diferencia brusca de temperatura. Es decir, se produce cuando el cuerpo, a las altas temperaturas del verano al sol, se sumerge en aguas frías.
Como se ve, la digestión no aparece, de momento, por ninguna parte.


El reflejo de inmersión


¿Y qué ocurre exactamente?
Los humanos somos primates nadadores. Los paleoantropólogos están muy convencidos de que nuestros antepasados sobrevivieron adaptándose a la natación, para explotar una importante fuente de alimentos: el marisco.
Una de las pruebas es nuestra escasez de pelo corporal (una característica bastante común en los mamíferos acuáticos), y otra, el reflejo de inmersión.

El reflejo de inmersión es un acto reflejo que produce, ante una inmersión en agua, un reajuste de la circulación sanguínea para maximizar la llegada de oxígeno al cerebro y la reducción del ritmo cardiaco (ya que la sangre no se puede oxigenar). Simplemente el hecho de meter únicamente la cabeza unos instantes en agua reduce nuestro ritmo cardiaco.

Este reflejo de inmersión, cuando se produce de una forma exacerbada, provoca el síndrome de hidrocución

Que puede provocar el shock térmico diferencial

Es decir, ¿Qué puede hacer que el reflejo de inmersión se dispare como para reducir el ritmo cardiaco hasta perder el conocimiento?
Varias circunstancias pueden favorecer esta reacción, de entre las cuales la principal es la elevada diferencia entre la temperatura del aire y la del agua, por lo tanto:
  • Las altas temperaturas y el hecho de haber permanecido algunas horas al sol previamente al baño
  • Las bajas temperaturas del agua, especialmente en aguas de zonas de montaña, y en segundo lugar aguas marinas de las zonas atlánticas
  • La práctica de ejercicio físico, especialmente si es intenso o se hace a altas temperaturas, previamente al baño

¿Y las dos horas de digestión?

De entrada hay que aclarar que la digestión no dura dos horas. La digestión completa (de un extremo al otro del tubo digestivo ) dura cerca de 24 horas. La digestión en el estómago puede durar desde media hora hasta 6 horas, en función de la cantidad de alimentos ingeridos, y de su composición, siendo más lenta la digestión de alimentos muy grasos.

No parece que haya acuerdo sobre si se debe evitar el baño durante la digestión en el estómago (dure esta lo que dure). Mientras que los expertos aseguran que no hay ningún estudio que permitan relacionar la hidrocución con el contenido del estómago, los médicos y los sistemas de salud siguen recomendando guardar reposo tras la comida.

Se argumenta que la digestión también altera la circulación sanguínea, desviando sangre hacia el sistema digestivo y reduciendo el ritmo cardiaco, lo que podría tener un efecto acumulativo sobre el efecto del reflejo de inmersión. Lógico, pero sin pruebas científicas.

El origen del mito

No es fácil explorar de donde surge el mito de las dos horas de reposo tras la comida.

Parece ser que la primera referencia escrita se da "Scouting for Boys" (Escultismo para muchachos, 1908) de Baden Powell, fundador del movimiento scout. En la "fogata" (capítulo) nº 9 se asegura que "El primer peligro en la natación consiste en los calambres. Si os bañáis antes de que haya transcurrido hora y media de haber comido, es decir, antes de haber acabado de hacer la digestión, es muy fácil que os dé un calambre."
Habla de calambres, no de cortes de digestión, pero cada cual podrá identificar las palabras de su propia madre ...

Entonces ¿me baño o no me baño?

Insisto: los médicos siguen recomendando el reposo tras la comida. Es cierto que mucha gente se baña durante ese tiempo de forma habitual sin problemas.
Lo más sensato es seguir unas reglas básicas de seguridad:
  • Si has hecho una comida copiosa y pesada, hace mucho calor y el agua está fría, no te bañes. Échate una buena siesta.
  • Evita, justo antes del baño, estar mucho tiempo directamente al sol (usa la sombrilla) o hacer ejercicio físico intenso.
  • Entra siempre en el agua poquito a poquito.
  • No te bañes sin vigilancia: ¿nadie te ve?, no te bañes. Cuenta con los horarios de servicios de socorristas, la mirada de papa y mama, etc.
  • No te adentres en aguas profundas solo.